Probablemente el origen de la masonería se pierde en la noche de los tiempos pues aunque se conoce el proceso sociológico que derivo del surgimiento de la institución, no se tiene claro su origen como organización iniciática.
Se ha pensado que la masonería es heredera de los misterios de la antigüedad, tales como los Egipcios, Caldeos, Celtas y con una fuerte influencia por parte de las corrientes gnósticas y hasta cristianas que fueron surgiendo atreves del tiempo, sin embargo es claro que en su transcurso se ha formado un carácter progresista en cada uno de sus miembros.
La masonería es definida como un sistema filosófico y filantrópico con una tendencia marcada hacia al desarrollo de las facultades tanto físicas, intelectuales y espirituales de sus miembros.
La masonería tiene tres únicos principios: libertad, igualdad y fraternidad. La forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, y cada masón debe buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en práctica mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la conciencia de cada uno.
La masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes escuelas de pensamiento y concepciones de la vida. En primer lugar, el carácter iniciático significa que el ingreso en masonería, el paso a los diferentes grados y el trabajo masónico en general, obedece a ceremonias precisas que tienen un significado simbólico y por lo tanto la vivencia de cada masón, será diferente ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los demás. El carácter iniciático de las enseñanzas es tan antiguo como la humanidad, y la masonería mantiene esas viejas tradiciones.
La masonería está formada por hombres y mujeres libres, que trabajan por su perfeccionamiento espiritual, no es una secta ni es un partido político y estima que las concepciones metafísicas son del dominio exclusivo de la consciencia.
La masonería es, a la luz de sus principios universales, un instituto de perfeccionamiento ético al servicio del hombre y una institución destinada a extender los valores de solidaridad y tolerancia, en una sociedad que se debate entre la incertidumbre y la inestabilidad, atrapada entre la pobreza y la corrupción, entre el fundamentalismo étnico y religioso y las fuerzas de regímenes brutales y totalitarios que siempre han conducido al oscurantismo y la ignorancia del género humano.
Todo lo que se puede obtener de esta institución está en proporción directa con el esfuerzo invertido en el estudio, con la perseverancia manifestada tras los objetivos y con la asunción del compromiso contraído.
El sistema de diferentes grados dentro de la masonería, que llegan al 33º en el rito escocés antiguo y aceptado, también utilizado por "el derecho humano" no desmiente la igualdad de los masones. En el sentido iniciático ya descrito, se considera que el acceso a nuevas capacidades de reflexión y actitud masónica debe ser marcado por el paso a un nuevo grado, marcado por un ritual especifico. El grado superior tiene nuevos derechos, pero también y sobre todo nuevos deberes, dentro del trabajo masónico. De esta forma, se avanza gradualmente en el conocimiento simbólico y filosófico. Pero no hay que olvidar que la iniciación es obra de la vida entera, y que todo francmasón continuo siendo, simbólicamente, un aprendiz, abierto a todo y a todos.
Podemos pasar revista a la interminable lista de personajes que han dejado profunda huella en los escenarios sociales, humanistas, filosóficos, científicos, técnicos: desde reyes hasta soldados, desde maestros hasta filósofos, desde rudos obreros hasta encumbrados estadistas, desde humildes picapedreros pre-medievales hasta protagonistas de la era espacial, han recibido grandes influencias y han dejado a su vez excepcionales contribuciones, que en ocasiones han permanecido vigentes por generaciones y que a veces han desbordado el ámbito de nuestra institución para esparcirse sobre toda la humanidad.